11 DE OCTUBRE: DÍA MUNDIAL DEL DULCE DE LECHE San Ignacio comparte algunas curiosidades en torno a este producto tan representativo de nuestra gastronomía.

Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche, una fecha que le rinde homenaje a uno de los productos más representativos de nuestro país, reconocido como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina.

El dulce de leche es el 4° producto lácteo más consumido por las familias argentinas, después de la leche, el queso y el yogurt. Las últimas estadísticas señalan que cada argentino consume 3,10 kg por año.

El “World Dulce de Leche Day”, que se celebra desde 1998, promociona y posiciona a este ícono nacional que cada vez gana más paladares internacionales. En Argentina se producen anualmente 128.000 toneladas de dulce de leche: de ese total, el 90% es para consumo local y el 10% para exportación, una cifra que aumenta año tras año.

 

DE ROSARIO AL MUNDO

La empresa santafecina San Ignacio es pionera en la exportación de dulce de leche y su primer embarque se remonta a 1978, con destino a Alemania. Hoy es el principal exportador de dulce de leche del país y el 15% de su producción se destina al mercado internacional.

Desde 1939, año de la creación de San Ignacio, nuestra historia nos vincula a este noble producto del cual hemos mantenido su receta artesanal y que hoy ya es aceptada internacionalmente en más de 20 países de de América, Europa, Asia y Oceanía”, afirma Alejandro Reca, director y CFO de San Ignacio.

En la actualidad, Brasil y Chile son los principales compradores de dulce de leche argentino. Le siguen Canadá, Brasil y Estados Unidos. En la Unión Europea, San Ignacio es la única empresa habilitada para la exportación, donde el principal mercado es España.

Hay mercados que están en continúo crecimiento y cada vez son más los interesados en el dulce de leche argentino, como es México, Sudáfrica, Dubai, Filipinas, Paraguay y Bolivia. Además, fuimos el primer dulce de leche argentino que llegó a Japón, en 2008; y proyectamos llegar en un corto plazo a China, Vietnam y la India”, explica Alejandro Bertin, director y CEO de San Ignacio

 

LA RECETA ORIGINAL DE SAN IGNACIO

La receta original de San Ignacio nació en 1939 y es la misma que se sigue desde entonces. Es una receta que nos acompaña desde la creación de la empresa y, como pyme argentina, nos aferramos a nuestros años de tradición y al compromiso de seguir ofreciendo un producto de alta calidad que seduce tanto al consumidor local como a paladares internacionales”, explica Alejandro Bertin.

El dulce de leche San Ignacio -disponible en el mercado argentino e internacional en diferentes presentaciones como pote plástico, frasco de vidrio y lata- se elabora a base de leche fluida de vaca, azúcar, glucosa y bicarbonato de sodio. Esta receta no contiene conservantes y el dulce de leche es aromatizado con vainilla natural. Además, por ser libre de TACC, cuenta con la certificación apta para celíacos.

“A diferencia de productos como la pasta de avellanas, no tiene un alto contenido de grasas. Por su versatilidad y sabor, el dulce de leche es uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía argentina que, al igual que la carne o el mate, se posicionó como un símbolo y está creciendo constantemente en el exterior”, agrega Alejandro Reca.

 

CÓMO CONSERVARLO CORRECTAMENTE

Según explica Alejandro Bertin, es muy importante almacenarlo en un lugar seco y fresco: “Con guardarlo en la alacena es suficiente. Además, a temperatura ambiente se perciben mejor los sabores. Una vez abierto, el dulce de leche puede durar sin problemas un par de semanas en la alacena; y en la heladera, más tiempo. En verano, cuando la temperatura ambiente es alta, esto no incide en nada, sólo está un poco más blando”.

 

EL ORIGEN DEL DULCE DE LECHE

Existen varias versiones encontradas sobre el origen del dulce de leche, pero la más popular es la que se ve reflejada en un documento que se encuentra en el Museo Histórico Nacional: este señala que la invención del dulce de leche se dio en 1829. 

Según el relato popular, Juan Manuel de Rosas y su enemigo político Juan Lavalle se encontraban en la estancia que el caudillo tenía en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, para firmar el famoso Pacto de Cañuelas. La criada de Rosas estaba preparando la lechada (leche con azúcar) con la que Rosas acompañaba el mate cuando de repente llegó el General Lavalle; estaba tan cansado que se tiró a dormir una siesta en la hamaca. 

Ante esa situación, la criada salió desesperada a buscar a la guardia y olvidó la mezcla cocinándose en la olla. Al volver, se encontró con una sustancia espesa y de un color similar al marrón: su sabor agradó a Rosas y se cuenta que compartió el dulce con Lavalle mientras discutían los puntos del pacto.

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