30 AÑOS DE UN CLÁSICO PORTEÑO

La mítica parrilla «El Pobre Luis» (Arribeños 2393, Belgrano, CABA) cumple 30 años, un número significativo en la vida de un restaurante. Para conmemorar el aniversario, presentó su vino propio: El Pobre Luis Blend 2013 – Edición Especial 30 Aniversario, elaborado especialmente y a pedido por Viña Olivia-.

PRIMEROS PASOS

El uruguayo Luis Acuña era un gastronómico de alma. Llegó a Buenos Aires en la década del 70′ y comenzó a incursionar en la gastronomía… En un principio comenzó, junto a su esposa Mari, con una panadería. Tiempo después, en 1988, el matrimonio abrió su primera rotisería. Fue uno de los primeros “parripollos” del barrio de Belgrano. Mari se ocupaba de las milanesas, las pastas , ensaladas y fritas; mientras que Luis se ocupaba de los pollos, pamplonas (especialidad de la parrilla uruguaya: enrrollados de pollos o cerdo, rellenos de jamón, queso, panceta y envuelto en la tela crepine) y lechones.

Originalmente a Luis no le gustaba ser parrillero. Había aprendido el oficio de su padre que tenía su parrilla en Uruguay, pero con el tiempo fue reconciliándose y tomándole el gusto al asador.

En 1992 cierra su rotisería y abre su primer restaurante llamado “El Parrillon del Pobre Luis”. Un lugar para 40 cubiertos. Ahí empezaron las mágicas mollejas y cortes de carne estacionada. Luis fue uno de los primeros en usar el proceso de maduración, en aquel momento se lo llamaba “descansar la carne”.

EL POBRE LUIS

En el año 2003, El Pobre Luis se mudó a una cuadra de su primer rotisería,  Arribeños y Blanco Encalada, justo en la esquina opuesta . El local se distingue, entre otras cosas, por su decoración. Las camisetas y banderines de los equipos de fútbol de todo el mundo empapelan la parrilla. Todo empezó cuando Enzo Francescoli, amigo de Luis Acuña, le regaló la camiseta con la que había salido campeón de la Copa Libertadores de 1996 con River. Hoy hay cerca de 420 casacas colgadas.

Algunas de las especialidades y creaciones más famosas de Luis Acuña son: el bife uruguayo, el lomo con hueso, las mollejas y las pamplonas. Cuando le preguntaban si su parrilla era uruguaya o argentina, él respondía: rioplatense.

Hoy los responsables de seguir con el legado de Luis son sus hijos Liber, Fabián y Eliana.

ESPECIAL 30 ANIVERSARIO

Es elaborado por Viña Olivia con uvas provenientes de Finca La Amistad, Vista Flores, Valle de Uco, a 1050 m.s.n.m.

Se trata de un Blend de uvas tintas, elegante y complejo, ideal para acompañar las especialidades y grandes cortes de carne que ofrece El Pobre Luis. «Es una receta secreta», decía el responsable de la bodega. «Estamos muy contentos con lo que hemos logrado. Un blend de malbec, cabernet franc, syrah, adecuado para las carnes que se hacen acá. Es un vino muy Pobre Luis».

El proyecto surge de una relación previa entre el restaurante y la bodega, una mirada compartida y un rasgo de “proyecto familiar” que los unió para llevar adelante este proyecto.

“Olivia Blend de Familia”, es el Blend más vendido en el restaurante desde hace varios años. Una de las razones por las que solicitaron a Viña Olivia que produzca el vino que conmemora los 30 años de un ícono de las parrillas argentinas y a la vez rinde homenaje al talentoso y querido Luis Acuña.

El Pobre Luis Blend 2013 – Edición Especial 30 Aniversario tiene un precio en carta de $700.

UNA MEZCLA DE EMOCIONES

Ayer, este clásico del bajo de Belgrano abrió sus puertas para prensa y amigos y para celebrar juntos las tres décadas de éxitos y momentos compartidos. Con la presencia de reconocidos cocineros como Narda Lepes, Lele Cristóbal, Gastón Acurio, Bruno y Olivier de L’épi Boulangerie, y Fernando Trocca, entre otros.

Líber Acuña, hijo de Luis, emocionado, expresaba: «Estoy muy emocionado, son muchos años en este lugar al lado de mi papá, mis hermanos y mi vieja. Esto que hoy empezó como una rotisería, donde pasamos hermosos momentos y que siga funcionando. Debemos esto a los parrilleros y todos los que forman parte de El Pobre Luis. Es gracias a ellos que llegamos acá».

Sobre el vino homenaje que presentaron para la ocasión, el joven decía: «En colaboración con una bodega amiga hicimos un vino que estamos presentando hoy. Fue una sorpresa idea del encargado del restaurante, que es mi mejor amigo, Gonzalo, y van a poder disfrutarlo hoy».

Para concluir, agradeció a todos por el acompañamiento de tantos años al grito de «la carne no se mancha».

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