La Confitería Viegener abrió sus puertas hace 75 años y se destaca por ofrecer el mayor surtido de especialidades europeas, en especial alemanas y de Europa Central, así como también servicio de lunch y catering empresarial, bombonería, chocolatería y panadería artesanal. Entre los más de 300 productos disponibles en sus dos locales -uno ubicado en Vicente López y otro en el barrio de Palermo-, los huevos de Pascuas son los grandes protagonistas durante estas fechas. Confitería Viegener es una de las pocas que sigue manteniendo el arte de la producción artesanal de huevos de Pascua: la prestigiosa casa sigue elaborando huevos y figuras de chocolate con técnicas artesanales, asegurando un producto de calidad excepcional. Sus huevos de Pascua se distinguen por su meticulosa confección, el uso de chocolate de primera calidad y un cuidado especial en los detalles de terminación, lo que los convierte en verdaderas piezas de arte comestible. CÓMO SON LOS HUEVOS DE PASCUA DE VIEGENER Los huevos de Pascua de la Confitería Viegener destacan por su sabor, así como también por la dedicación y el esmero con los que son elaborados. Cada pieza es creada en forma manual con chocolate, rellenos con confites y sorpresas. “Las más buscadas son las variedades de chocolate con leche, pero también ofrecemos versiones en chocolate blanco y semiamargo que deleitan a los paladares más exigentes”, explica Alejandra de Escalada, actualmente a cargo de Viegener, junto a su esposo Ricardo Zaiatz. De esta manera, la Confitería Viegener se mantiene fiel a su legado artesanal, ofreciendo a sus clientes una experiencia única que combina historia, tradición y el inigualable sabor del chocolate trabajado con maestría. “Un auténtico placer para los amantes del buen chocolate”, resumen. ¿POR QUÉ SE REGALAN HUEVOS EN PASCUAS? Los huevos de Pascua tienen un origen que se remonta a tiempos antiguos, mucho antes de la tradición cristiana. En civilizaciones como la egipcia y la persa, los huevos simbolizaban la fertilidad y la renovación de la vida. Con la llegada del cristianismo, esta costumbre se incorporó a la celebración de la Pascua, representando la resurrección de Cristo. La tradición de regalar huevos de chocolate comenzó en Europa en el siglo XIX, cuando los chocolateros descubrieron nuevas técnicas para moldear el chocolate. Con la industrialización, esta práctica se popularizó rápidamente, y los huevos de Pascua de chocolate se convirtieron en un símbolo dulce de la festividad. En la actualidad, la producción artesanal de huevos de Pascua es un arte que pocas confiterías mantienen, destacándose la Confitería Viegener.
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Viegener: la confitería que elabora el stollen más buscado
La Confitería Viegener abrió sus puertas hace 75 años de la mano de un inmigrante alemán, Otto Viegener, quien impuso una marca propia de pastelería alemana y bombonería de alta calidad en Vicente López y en Martínez. En su viaje en barco, Otto Viegener vino acompañado de toda una tradición europea: tanto en las recetas de pastelería como en las costumbres de su país. Por supuesto, el stollen formaba parte y está presente desde el origen de la confitería. Así fue como la receta de este clásico pan dulce alemán pasó de generación en generación y se convirtió, poco a poco, en uno de los productos más buscados. La calidad de las materias primas usadas y el trabajo artesanal siguiendo las técnicas de antaño hicieron del Stollen Viegener un producto único. “El Stollen es cuidadosamente fabricado por los maestros pasteleros de Viegener que, a pesar de los años, siguen manteniendo la tradición de la receta artesanal que se incorporó en su origen. Para su elaboración se utilizan las mejores nueces, pasas de uva, cáscara de naranja y mazapán de almendra”, explica Alejandra de Escalada, actualmente a cargo de Viegener, junto a su esposo Ricardo Zaiatz. A diferencia de otras confiterías, el stollen alemán está disponible durante todo el año en sus dos sucursales (Vicente López y Palermo). Lo ofrecen en tres presentaciones: chico, grande y súper familiar (este último sólo con pedido previo). En el mes de diciembre, durante la temporada alta, llegan a producir más de 2000 unidades. “Pasan los años y nos sigue asombrando el éxito del stollen. Se acercan a comprarlo desde zonas lejanas y lo reservan con mucho tiempo de anticipación. Incluso, tenemos clientela del interior del país o clientes fieles que viven en el exterior y lo encargan para sus familiares de Argentina”, afirma Alejandra de Escalada. Este producto lidera la línea de Pan Dulces Viegener que también está compuesta por el Pan Dulce Madrileño (solo fruta escurrida), Pan Dulce Viegener (fruta seca y escurrida), Pan Dulce Especial (fruta seca y más escurrida), así como pan dulce sin frutas y de frutos secos. STOLLEN, EL PAN DULCE QUE NACIÓ EN LA ALEMANIA MEDIEVAL También conocido como Christstollen, el stollen nació en la ciudad de Dresden, Alemania, en el Siglo XV. En sus orígenes se elaboraba únicamente con harina, levadura y agua, ya que la iglesia católica prohibía el uso de manteca, como un signo de humildad. Debido a su sabor austero y formas primitivas de elaboración, el príncipe Ernesto y su hermano Alberto le pidieron al Papa Inocencio VIII la revocación de la prohibición de la manteca. En 1491 el Papa lo autorizó y, desde ese momento, el Stollen se convirtió en uno de los panes más ricos, tanto que se consideró el “pan apto para los reyes”. El stollen se caracteriza por su forma y su cubierta blanca, que recuerda al Niño Jesús envuelto en sus pañales. La receta del Stollen Viegener utiliza nueces seleccionadas, pasas de uva, cáscara de naranja y mazapán de almendra totalmente artesanal. “Lo que más nos gusta a nosotros de esta receta es que nos distingue y es difícil de imitar. A los clientes les gusta el equilibrio de su sabor que tiene una masa no demasiado dulce respecto al pan dulce tradicional, y un relleno que sí lo es”, cuenta Alejandra de Escalada.
