El 1 de agosto, Día de la Pachamama, es una fecha de profundo significado para Chakana. Más que una celebración puntual, es parte de un vínculo cotidiano con la tierra. Ofrendar a la Pachamama es reconocerla como origen, sostén y guía. Es un acto que se expresa en cada decisión: en cómo se cultiva, en cómo se escucha, en cómo se acompaña. Como parte de la celebración, la bodega presenta su nuevo vino orgánico Chakana Estate Selection Pinot Noir 2023, una expresión fiel de La Consulta, en el Valle de Uco. Chakana eligió transitar un camino agrícola basado en la regeneración del suelo y el respeto a los ciclos de la naturaleza. Prácticas orgánicas y biodinámicas que no buscan imponer, sino integrarse. Que entienden que el vino nace de la armonía entre todos los elementos del ecosistema, y que la naturaleza —si se la escucha— tiene siempre la última palabra. “A través de nuestra forma de cultivar, aprendemos a ofrendar a la Pachamama, y ella nos retribuye con lo mejor de sus frutos. La acompañamos, la cuidamos, la escuchamos. Y cuando ella habla, brindamos… Porque buscamos hacer el vino que mejor expresa nuestra tierra”, explica Facundo Bonamaizon, Ingeniero Agrónomo de Chakana. Esta forma de trabajo se nutre del Ayni, principio andino de reciprocidad, donde el equilibrio entre dar y recibir es el centro de toda acción. Una sabiduría ancestral que devuelve a la agricultura su dimensión social y al vino, su sentido original: ser alimento sagrado, parte de una relación entre el ser humano y su entorno. “Para celebrar a nuestra Madre Tierra, elegimos compartir nuestro nuevo Chakana Estate Selection Pinot Noir 2023 proveniente de La Consulta, en el Valle de Uco, un terroir con un suelo particular. Es un vino que tiene una matriz muy especial, un Pinot Noir que tiene estructura y fuerza, pero que también tiene muchas sutilezas y detalles elegantes propios de la variedad. Siempre buscando reflejar el lugar”, cuenta Leo Devia, enólogo de Chakana.
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Nace Chola: un nuevo fernet tributo a la cultura andina y a las mujeres del altiplano
Llega al mercado Chola, la nueva creación de Renato (Tato) Giovannoni, un fernet dorado elaborado en su destilería mendocina. Inspirado en la conexión con la tierra y la Pachamama, Chola rinde homenaje a la cultura de los Andes y, en especial, a las mujeres del altiplano. Chola nace de la búsqueda por honrar a aquellas madres que están en constante contacto con la tierra, la Pacha y no solo celebra nuestras tradiciones, sino que también incorpora ingredientes autóctonos que reflejan su esencia. Se trata de un fernet de altura elaborado con más de 40 hierbas de la región, entre las que se encuentran cedrón de altura y manzanilla, además de papa andina y maíz, e incluye otros ingredientes típicos que se mantienen en secreto. Tato Giovannoni comenta sobre el fernet: “Chola es un viaje a través de los paisajes andinos, una experiencia que conecta con la sabiduría ancestral de nuestras mujeres. Un homenaje que decidí hacerle a la mujer andina y a la Pachamama” Agrega Tato: “Junto a un grupo de colaboradores entre los cuales están Juani Gerardi y Florencia Barbarich y con la ayuda de productores locales luego de tres años de trabajo y de probar más de 150 botánicos andinos, se terminó el blend de lo que llamamos Chola. Un Fernet del Altiplano. Un licor de hierbas autóctonas de color amarillo dorado que es un tributo a la tierra, al sol y a la mujer andina” Nuestro producto nace en el trabajo artesanal de mujeres andinas que, a más de 4000 metros de altura, recolectan a mano los botánicos para su elaboración. Como tributo a su dedicación, forman parte de nuestras etiquetas, conectando nuestro producto con la comunidad y la tradición. A diferencia del fernet tradicional, para degustar este singular fernet dorado de altura se recomienda consumir con agua tónica y soda, acompañado de una rodaja de limón. La producción de Chola es artesanal y en pequeños lotes de 9.000 botellas anuales. Su distribución se focaliza en Salta y Jujuy, y algunos puntos estratégicos del resto del país. Además, este espíritu andino cruzará fronteras, llegando a los mercados de Londres, Bahrein y Estados Unidos.
