En el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, el compromiso por la cosecha y por el cuidado de la naturaleza se convierten en los protagonistas de esta temporada festiva. Matías Ciciani, enólogo destacado de Escorihuela Gascón, cuenta cómo se vive esta época en Mendoza y cómo influye el clima en el resultado final de los vinos. La Fiesta de la Vendimia comenzó en 1936, en una época de grandes inmigraciones. Al finalizar las cosechas, se realizaban festejos agradeciendo a la naturaleza a través de bailes, cantos y la elección de una reina a la que se la coronaba con racimos de uva. Hoy en día Mendoza, la principal productora de vino de nuestro país, sigue realizando esta celebración que atrae cada año a turistas de todo el mundo.* En cuanto al clima, Matías Ciciani explica que la última primavera se mostró fría, con una madurez “muy linda y paulatina”. Pero a finales de diciembre y comienzos de enero, las temperaturas se elevaron un poco más de lo usual. Estas olas de calor lograron que la madurez se adelantara 10 días. El experto aclara: “Vamos a tener una cosecha muy buena en vinos tintos, y los vinos blancos los estamos cosechando temprano para conservar la frescura. La salida está siendo óptima, con lo cual esperamos una gran cosecha de vinos en general, incluidos los de alta gama.” También resalta la importancia de esta época, que define la calidad y la cantidad del vino que se cosechará durante el 2025. Con un pronóstico positivo, el enólogo continúa describiendo los desafíos que se pueden presentar durante el período de elaboración. Destaca la influencia del calor, experimentada en todo el país en los primeros meses del año. Este factor se traduce en un desafío que viene acompañado de aprendizajes. De todos modos, Escorihuela Gascón se destaca por contar con más de 140 años de experiencia en el sector, y su equipo de profesionales ya sabe qué acciones tomar cuando aumentan considerablemente las temperaturas. En este caso, en la región de Mendoza, se adelanta la cosecha para mantener y cuidar la frescura propia del viñedo. La provincia, a diferencia de otras regiones del mundo, se caracteriza por ser desértica. Al no tener agua natural, se deben utilizar pozos para regar. Sin embargo, los expertos ven este panorama como una ventaja, ya que son capaces de controlar completamente el factor hídrico. Esto, concluye Matías, permite sortear los meses cálidos de una forma óptima. *Fuente: https://www.mendoza.edu.ar/marzo-fiesta-nacional-de-la-vendimiaq/