El último jueves de cada mayo se celebra el Día del Chardonnay. Esta cepa blanca francesa se cultiva principalmente en Borgoña, Chablis y Champagne. En nuestro país, es la base de la mayor parte de los mejores vinos espumosos. El 93,5% del total se cultiva en Mendoza y San Juan.* Como cuenta Matías Ciciani, enólogo de Escorihuela Gascón, el Chardonnay sigue siendo la tercera cepa más vendida y producida por la bodega. ¿Cómo surgió el Chardonnay? Se cree que nació como un cruce natural entre la variedad Pinot Noir y la Gouais Blanc, una cepa traída por los romanos desde Croacia. El resultado se asentó en Borgoña, Francia. Con el tiempo, se expandió a regiones como Champagne. Luego, en los siglos XIX y XX, llegó a otras zonas de Europa, América, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Esta uva tiene la particularidad de adaptarse a diferentes condiciones climáticas, lo que da como resultado perfiles únicos según la región en la que se cultive.** Este varietal se destaca por dos razones principales: por un lado, es típico de una de las zonas más importantes de la viticultura mundial, Borgoña. Por otro lado, en palabras de Matías Ciciani, “envejece súper bien y tiene características de elegancia muy marcadas”. Gracias a su historia y prestigio, las botellas de Chardonnay alcanzan los precios más altos en subastas de coleccionistas.*** Escorihuela Gascón obtiene su Chardonnay en condiciones que el enólogo de la bodega considera ideales: climas fríos, donde las variedades blancas pueden madurar sin golpes de calor. “También tratamos siempre de mantener las cepas hidratadas, en buenas condiciones hídricas”, agrega. Matías Ciciani cierra con una reflexión: “Creo que el consumo del Chardonnay y de los blancos ha ido subiendo en los últimos años de forma sostenida, también el de otros varietales blancos como el Sauvignon Blanc. El Chardonnay sigue siendo la bebida más extendida del mundo. Las principales regiones vitivinícolas lo producen. Es la reina de las blancas.” Escorihuela Gascón lleva más de 140 años de experiencia en la industria, y uno de sus vinos más destacados, como señala el enólogo, es el clásico Chardonnay.
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Escorihuela Gascón y su compromiso por la cosecha y por el cuidado de la naturaleza
En el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, el compromiso por la cosecha y por el cuidado de la naturaleza se convierten en los protagonistas de esta temporada festiva. Matías Ciciani, enólogo destacado de Escorihuela Gascón, cuenta cómo se vive esta época en Mendoza y cómo influye el clima en el resultado final de los vinos. La Fiesta de la Vendimia comenzó en 1936, en una época de grandes inmigraciones. Al finalizar las cosechas, se realizaban festejos agradeciendo a la naturaleza a través de bailes, cantos y la elección de una reina a la que se la coronaba con racimos de uva. Hoy en día Mendoza, la principal productora de vino de nuestro país, sigue realizando esta celebración que atrae cada año a turistas de todo el mundo.* En cuanto al clima, Matías Ciciani explica que la última primavera se mostró fría, con una madurez “muy linda y paulatina”. Pero a finales de diciembre y comienzos de enero, las temperaturas se elevaron un poco más de lo usual. Estas olas de calor lograron que la madurez se adelantara 10 días. El experto aclara: “Vamos a tener una cosecha muy buena en vinos tintos, y los vinos blancos los estamos cosechando temprano para conservar la frescura. La salida está siendo óptima, con lo cual esperamos una gran cosecha de vinos en general, incluidos los de alta gama.” También resalta la importancia de esta época, que define la calidad y la cantidad del vino que se cosechará durante el 2025. Con un pronóstico positivo, el enólogo continúa describiendo los desafíos que se pueden presentar durante el período de elaboración. Destaca la influencia del calor, experimentada en todo el país en los primeros meses del año. Este factor se traduce en un desafío que viene acompañado de aprendizajes. De todos modos, Escorihuela Gascón se destaca por contar con más de 140 años de experiencia en el sector, y su equipo de profesionales ya sabe qué acciones tomar cuando aumentan considerablemente las temperaturas. En este caso, en la región de Mendoza, se adelanta la cosecha para mantener y cuidar la frescura propia del viñedo. La provincia, a diferencia de otras regiones del mundo, se caracteriza por ser desértica. Al no tener agua natural, se deben utilizar pozos para regar. Sin embargo, los expertos ven este panorama como una ventaja, ya que son capaces de controlar completamente el factor hídrico. Esto, concluye Matías, permite sortear los meses cálidos de una forma óptima. *Fuente: https://www.mendoza.edu.ar/marzo-fiesta-nacional-de-la-vendimiaq/
Cabernet Franc: un sabor con años de elegancia
El 4 de diciembre se celebra el Día Internacional del Cabernet Franc en homenaje a Arman Jean Du Plessis. El cardenal-duque de Richelieu que llevó la cepa de vino a Burdeos, Francia.* Matías Ciciani, enólogo de Escorihuela, destaca que la principal característica de este vino es su sabor a hierbas combinadas con frutos rojos. En comparación al Cabernet Sauvignon, una cepa muy similar, tiene una maduración más temprana, una estructura mucho más delicada en sus taninos, y una textura fluida y elegante. Matías señala el desafío que presenta el varietal para las bodegas en Argentina: la escasa cantidad de hectáreas plantadas. Sin embargo, Escorihuela Gascón cuenta con 4 hectáreas destinadas a esta plantación, con una proyección de crecer a corto plazo. Esta bodega lleva a cabo una elaboración particular: “La elaboración que hacemos con el Cabernet Franc es bastante interesante porque usamos cubas de roble francés, como se utilizan en Burdeos. Para su fermentación, tenemos una relación muy buena entre el ancho y el alto de la cuba. Esto nos permite trabajar con mucha suavidad los sombreros, con remontajes manuales, sin la utilización de bombas.” Como cuenta el enólogo, durante el proceso se utilizan técnicas similares a las que se usan en la zona que dio origen a esta cepa tan destacada. En cuanto al suelo, Matías destaca la importancia de elegir el más adecuado para el tipo de vino que se espera obtener. Cada uno proporciona diferentes características según su textura, acidez y capacidad de retención de nutrientes y agua. Todo esto luego se manifiesta en el sabor, textura y aroma del vino. Los suelos calcáreos, por ejemplo, otorgan frescura y elegancia al equilibrar la acidez de las uvas.** El enólogo agrega: “En el caso de los suelos que más me gustan para el Cabernet Franc están los limosos, profundos. No me gustan los suelos con piedra ya que siento que es una variedad muy delicada y necesita madurar con calma”. La percepción de los consumidores sobre el Cabernet Franc ha cambiado de manera positiva con el tiempo. Este vino no solo ha mejorado en calidad, sino que también ha sido revalorizado por su delicado y elegante sabor. Hoy en día, ocupa un lugar especial en las preferencias de quienes buscan vinos sofisticados. Estos atributos han contribuido a consolidar su prestigio en el mercado actual. Matías dice: “Me pone completamente contento, creo que en Argentina hemos demostrado tener increíbles Cabernet Franc que han destacado en el mundo y eso ha permitido un desarrollo de esta cepa varietal. Un poco sin querer, ha ido ganando lugar en la calidad de una forma muy natural y se ha ido consolidando como un vino de alta gama, top de Argentina.” Escorihuela Gascón tiene una trayectoria de más de 120 años en la industria del vino. Al igual que Matías, el resto del equipo se destaca por su profesionalismo y creación de sabores únicos y excelentes que siguen destacando a escala mundial.
Día del Vino Argentino: el vino como una forma de vida
El vino argentino es reconocido mundialmente, es un hecho. Turistas de distintos rincones del mundo visitan el país y consideran la prueba del vino como una atracción adicional, tanto que incluso existe el “enoturismo”. Pero ¿por qué tiene tanta relevancia y buena reputación? Matías Ciciani, enólogo de Escorihuela Gascón, señala que el vino argentino se destaca gracias a su versatilidad. En sus palabras, cada cosecha “agrega una complejidad más, algo divertido para que el consumidor pueda jugar, buscar y bucear cuál es su favorito, qué estilo de vino es el que más le gusta”. Hoy en día Argentina cuenta con 223.585 hectáreas de viñedos, que representan el 3% de la superficie mundial y posiciona al país como el quinto mayor productor de vinos en el mundo. Ocupando dicho lugar, en 2013, Argentina declaró el vino como bebida nacional.* Dentro de los varietales que se cosechan en el país, el Malbec es el que hizo a la argentina famosa a nivel mundial y, en ese sentido, Ciciani agrega “Tiene que ver con su plasticidad, que se refleja en el viñedo, en un varietal que se adapta a zonas de calidad, zonas frías, zonas altas, zonas bajas.” Destaca que el Malbec es muy versátil, una característica que ayuda al viticultor a obtener un resultado único. Además, agrega: “Creo que uno de los vinos que recomendaría para alguien que se quiere iniciar es el Malbec. Es un varietal que se adapta muy bien a distintos públicos, a distinta profundidad y complejidad de paladar. Los vinos de entrada Malbec son vinos súper generosos, ayudan a tener una experiencia fácil.” Según el experto, la calidad ha cobrado protagonismo en el ámbito de los vinos, a diferencia de años atrás, cuando la cantidad era lo más importante “Hoy las empresas estamos focalizadas en la calidad. Esto tiene que ver con las producciones en lugares específicos, en zonas de altura, con mucha más precisión en la utilización del agua, de los materiales. Y un poco en contraste con lo que se hacía antes de los 90, que tenía que ver más con la cantidad.” Para obtener resultados excelentes, el enólogo también destaca la importancia de lograr una conexión con el lugar. Los vinos, sostiene, representan y expresan esas condiciones únicas en las que se producen. Hoy en día, en el mundo vitivinícola, existen tendencias que son imposibles de ignorar. Ciciani observa: “La verdad es que la tendencia más fuerte, y somos parte, es la sustentabilidad. El respeto por el lugar, los distintos mundos que conviven en ese ecosistema.” El enólogo destaca que existen procedimientos que respetan y conservan los componentes originales de la uva. En cuanto a los consumidores, expresa: “Están demandando tomar vinos que hablen de un lugar pero también que hablen de historia, de personas, de las bodegas, quieren algo que para mí es mucho más sincero.” Para Matías, el vino es mucho más que un nombre o un sabor. El significado, para él, radica en un lugar más profundo y emocional: “el vino simboliza una forma de vida, una conexión con mis antepasados que se dedicaban a esto también, una forma de expresar mi creatividad y el trabajo de un gran equipo.” *Fuente
