El 4 de diciembre se celebra el Día Internacional del Cabernet Franc en homenaje a Arman Jean Du Plessis. El cardenal-duque de Richelieu que llevó la cepa de vino a Burdeos, Francia.* Matías Ciciani, enólogo de Escorihuela, destaca que la principal característica de este vino es su sabor a hierbas combinadas con frutos rojos. En comparación al Cabernet Sauvignon, una cepa muy similar, tiene una maduración más temprana, una estructura mucho más delicada en sus taninos, y una textura fluida y elegante.
Matías señala el desafío que presenta el varietal para las bodegas en Argentina: la escasa cantidad de hectáreas plantadas. Sin embargo, Escorihuela Gascón cuenta con 4 hectáreas destinadas a esta plantación, con una proyección de crecer a corto plazo. Esta bodega lleva a cabo una elaboración particular: “La elaboración que hacemos con el Cabernet Franc es bastante interesante porque usamos cubas de roble francés, como se utilizan en Burdeos. Para su fermentación, tenemos una relación muy buena entre el ancho y el alto de la cuba. Esto nos permite trabajar con mucha suavidad los sombreros, con remontajes manuales, sin la utilización de bombas.” Como cuenta el enólogo, durante el proceso se utilizan técnicas similares a las que se usan en la zona que dio origen a esta cepa tan destacada.
En cuanto al suelo, Matías destaca la importancia de elegir el más adecuado para el tipo de vino que se espera obtener. Cada uno proporciona diferentes características según su textura, acidez y capacidad de retención de nutrientes y agua. Todo esto luego se manifiesta en el sabor, textura y aroma del vino. Los suelos calcáreos, por ejemplo, otorgan frescura y elegancia al equilibrar la acidez de las uvas.** El enólogo agrega: “En el caso de los suelos que más me gustan para el Cabernet Franc están los limosos, profundos. No me gustan los suelos con piedra ya que siento que es una variedad muy delicada y necesita madurar con calma”.
La percepción de los consumidores sobre el Cabernet Franc ha cambiado de manera positiva con el tiempo. Este vino no solo ha mejorado en calidad, sino que también ha sido revalorizado por su delicado y elegante sabor. Hoy en día, ocupa un lugar especial en las preferencias de quienes buscan vinos sofisticados. Estos atributos han contribuido a consolidar su prestigio en el mercado actual. Matías dice: “Me pone completamente contento, creo que en Argentina hemos demostrado tener increíbles Cabernet Franc que han destacado en el mundo y eso ha permitido un desarrollo de esta cepa varietal. Un poco sin querer, ha ido ganando lugar en la calidad de una forma muy natural y se ha ido consolidando como un vino de alta gama, top de Argentina.” Escorihuela Gascón tiene una trayectoria de más de 120 años en la industria del vino. Al igual que Matías, el resto del equipo se destaca por su profesionalismo y creación de sabores únicos y excelentes que siguen destacando a escala mundial.