CASA CUBA BUSCA RECUPERAR EL PALADAR “BELGRANENSE” Situado en el corazón del barrio de Belgrano, Casa Cuba busca convertirse en la mejor alternativa para salir a comer.

En el corazón de Belgrano se encuentran dos joyas gastronómicas donde los sabores se entrelazan con la historia del barrio. Los dueños, apasionados de la cocina y auténticos conocedores del paladar «belgranense» se transformaron en la mejor alternativa para salir a comer, con una propuesta honesta y que interpreta las sutilezas del gusto porteño y, en particular, de esa zona de Buenos Aires.

En Casa Cuba restaurante y Casa Cuba Parrilla, los dueños les imprimieron una personalidad amigable y carismática a sus dos espacios para lograr conquistar los paladares más exigentes. Su habilidad para fusionar la tradición gastronómica con toques de innovación convierte a estos dos lugares, en Sucre 2168 y, a la vuelta, en Cuba 1877, en referentes indiscutibles de la escena del barrio y la Ciudad.

El comensal típico de Belgrano es un amante de la buena mesa y la conversación animada. De alguna manera, podría describirse como un «porteño con clase», alguien que valora la elegancia, el buen vino y la compañía de amigos en cenas interminables. Y, esto eso estos dos espacios concentran esas características. “Estamos en cada detalle porque el cliente es muy exigente y quiere sentirse parte del lugar. La parrilla es toda con cortes premium y nos dedicamos a una cocina honesta. Que se sientan como en su casa”, grafica Pedro Garcia, uno de los dueños que junto con Nicolas Ferreri y Esteban Blanco iniciaron estos dos emprendimientos luego de haber trabajado durante años en contacto con la gente de Belgrano en el tradicional La Casa de Adann.

En la búsqueda del plato emblema de Belgrano, nos encontramos primero con las clásicas carnes de calidad. Aunque en Casa Cuba Parrilla le agregan un touch distintivo, la carne representa la esencia misma de la tradición porteña y sus raíces se remontan a la historia del barrio. El asado encapsula la pasión por la tierra, la carne de calidad y la herencia de las casas quinta, que antes de la fiebre amarilla, marcaban el paisaje. Es así como en Casa Cuba Parrilla puede encontrarse el mejor ojo de bife, vacío, entraña, asado banderita del barrio. También hay algunas variantes como el ojo de bife napolitano con tomate en rodajas, mozzarella, jamón cocido y orégano, la pamplona de pollo Rellena de muzzarella, panceta, verdeo y morrón asado, una pechuga o muslo deshuesado y el rey del menú: “centro de ojo” envuelto en panceta

La historia de Belgrano se entrelaza con la del asado. En tiempos pasados, las casas quinta dominaban la región antes de que la fiebre amarilla llevara a la urbanización. El asado, con sus raíces en las parrillas al aire libre de esas antiguas quintas, se ha convertido en el plato predilecto que evoca la nostalgia de aquellos días. De ahí que la tradición que pasó de generación en generación ponga especial énfasis en el compromiso por los ingredientes frescos y de calidad. Pedro García y su equipo tienen una predilección especial por los vegetales seleccionados y las carnes de primera categoría no solo resalta su amor por la cocina, sino también su conexión con la tierra y la tradición argentina.

En Casa Cuba y Casa Cuba Parrilla logran capturar la esencia de Belgrano en cada bocado. Su maestría culinaria no solo nos deleita con sabores exquisitos, sino que nos invita a viajar en el tiempo, conectando el presente con la rica historia del barrio. En su restaurante, cada plato es una obra maestra que resuena con la identidad y la pasión de Belgrano.

La expresión «gastronomía honesta» se refiere a un enfoque transparente y sincero en la preparación y presentación de alimentos. Y Belgrano ya tiene sus embajadores que ofrecen una experiencia genuina, donde los sabores son el foco principal, los ingredientes son tratados con respeto, y la preparación de los platos es transparente y auténtica. Este enfoque busca conectar a los comensales con la verdadera esencia de la cocina, sincera y satisfactoria.

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