En el barrio porteño de Chacarita, en la calle Guevara 421, Roberto Cardini (arquitecto), Gonzalo Fleire proveniente del palo de la medicina y Juan Manuel Boetti Bidegain de las ciencias políticas, decidieron apostar por un bar de whisky y así es como comenzaron a planear «sede whisky». «Nos pasaba que no encontrábamos un lugar donde se pueda tomar buenos whiskys, a precios más accesibles, con una estética cálida, pero que invite a moverse y estar activos. Durante muchos años se vinculó a esta bebida con el living de casa y hoy esa energía cambia», nos comentaban.
Hoy en día, el whisky además de trasladarse más a los bares es una bebida que no tiene género. Cada vez son más las personas que lo consumen y ya casi no se percibe una diferencia entre hombres y mujeres. Con la aparición de SEDE, «hay un nuevo lugar donde se puede venir a experimentar con whisky, prácticamente ATP (apto para todo público); Nuestra misión es expandir el mundo del whisky, que se le pierda el miedo, que lo saquemos de la caja de cristal. Nos encanta que se crucen en la barra quienes hace tiempo vienen experimentando con aquellas personas que quieren arrancar con un aperitivo con whisky y soda», aseguraban Roberto, Gonzalo y Juan Manuel, quienes además reconocen que aún hay mucho por aprender aún pero lo positivo de todo es que les encanta hacerlo.
NO TODO ES WHISKY EN SEDE…
También se puede comer o picar algo: «decidimos reversionar platos bien porteños y hacerlos en un formato de tapeo, incluyendo opciones veganas; Para nosotros el real maridaje está en el encuentro, el ambiente, la música y el intercambio con todos los que habitamos SEDE. ¡Nada marida mejor que eso!», coinciden.
Según los dueños de SEDE, el whisky en Argentina «está hoy en clara expansión más allá de los vaivenes del dólar. Las marcas de whisky durante años quisieron imprimirle una imagen de status a la bebida que hoy intentan romper con fuerza. Un público joven y descontracturado llega, muchas veces encabezado por el arte, la moda o los medios de comunicación».
Tanto para Roberto como para Juan Manuel y Gonzalo, «no importa de dónde vengas, cuánto sepas o si es tu primera vez con whisky, en SEDE podés experimentar y vivir una experiencia nueva». Cuando les consultamos acerca de cómo se ven en un futuro no dudaron, «sueños hay muchos, pero el primero es que SEDE pueda ser parte de la identidad del barrio y de las personas que vienen, así como pasaba con los bares de barrio clásicos donde antes se era habitué». Las próximas sedes tendrán que esperar…