La verdad sobre el teflón: fue descubierto durante la producción de una bomba atómica y hoy se usa a diario en las cocinas

Durante décadas, el teflón fue sinónimo de practicidad en la cocina. Sin embargo, estudios científicos recientes y documentales como Dark Waters revelaron lo que la industria prefirió ocultar: el uso de compuestos como el PFOA y otros PFAS —conocidos como “químicos eternos”— está relacionado con problemas graves de salud, incluyendo cáncer, infertilidad, trastornos hormonales y daños hepáticos*.

Una sartén rayada puede liberar miles de micropartículas invisibles que terminan en la comida. Con el calor, esos químicos migran al cuerpo y se acumulan. “Lo más preocupante es que muchos no lo saben. Creen que están eligiendo comodidad, pero están cocinando con sustancias realmente dañinas”, advierte Federico Schaer, cofundador de KANKAY, la marca número uno en sartenes de hierro en Argentina. 

A diferencia del teflón, el hierro no contiene recubrimientos, no libera sustancias tóxicas y está hecha para durar por generaciones. En un contexto donde la alimentación consciente gana protagonismo, cada vez más médicos, nutricionistas y cocineros recomiendan reemplazar los utensilios con antiadherentes por materiales nobles. “Es tan importante el qué comemos como el dónde lo cocinamos. Cocinar con teflón tiene un precio muy alto. Cambiar la sartén no es un gesto menor, es pensar en uno y en su familia”, señala Tomás Beutin, también fundador de la marca.

En paralelo, crece la preocupación mundial por la acumulación de PFAS en sangre, agua y alimentos. El Parlamento Europeo ya inició regulaciones para prohibirlos, y organismos de salud recomiendan reducir su exposición al máximo. En países como Estados Unidos, ya existen demandas millonarias contra las empresas que fabricaban estos productos sin advertir sus consecuencias. “»Cada vez me llegan más consultas sobre dónde cocinar los alimentos. No recomiendo usar teflón porque considero que atenta contra la salud. Mientras que cocinar con otros materiales nobles, como por ejemplo el hierro, son altamente beneficiosos», explica Giselle San Martín, Licenciada en Nutrición – MN 9103.

Un invento bélico que terminó en tu cocina

El teflón fue descubierto por accidente en 1938 por un químico de DuPont, mientras investigaba gases para refrigerantes vinculados al desarrollo armamentístico. Su capacidad para resistir calor y evitar la adhesión lo volvió útil en aplicaciones militares, incluyendo el Proyecto Manhattan —la operación secreta que dio origen a la bomba atómica—. Décadas después, el material ingresó a millones de cocinas sin estudios suficientes sobre su impacto en la salud. Según una investigación publicada por Smithsonian Magazine, la empresa ocultó durante años evidencia sobre los efectos nocivos del PFOA, uno de los compuestos clave del teflón, mientras lo comercializaba como una innovación segura y revolucionaria.

La buena noticia: hay mejores opciones. El hierro —utilizado por nuestros antepasados— volvió con fuerza. Cabe destacar que este material noble libera pequeñas cantidades de hierro a los alimentos durante la cocción. “No es marketing, es salud. Cocinar no debería enfermarte y es importante que las familias lo sepan”, concluyen desde la marca, que ya vendió más de 70.000 sartenes en Argentina y exporta a ocho países.

Teflón vs. Hierro en números

  • 99% de los humanos tienen PFAS en su sangre. Fuente: CDC, National Report on Human Exposure to Environmental Chemicals, 2019
  • 300 años: el tiempo que pueden durar los PFAS en el ambiente.
  • +100 años: la vida útil estimada de una sartén de hierro bien cuidada.
  • 0% químicos: el hierro no contiene PFOA, PFAS ni ningún recubrimiento.
  • 100% industria nacional. Las sartenes de hierro de Kankay son hechas en Argentina.