Fabric incorpora a Fabián Masuda, el sushiman que amplía los horizontes del paladar argentino

En el barrio de Caballito, donde el aroma del arroz caliente se fundía con las recetas tradicionales de su madre japonesa, Fabián Masuda comenzó, sin saberlo, el viaje que hoy lo lleva a liderar una nueva etapa en Fabric.

Con más de 20 años de recorrido en la escena gastronómica porteña, Masuda, pionero del omakase en Buenos Aires, asume desde este mes el rol de chef ejecutivo de Fabric, con la misión de elevar los estándares de calidad, transmitir saberes y abrir la marca a nuevos horizontes de autenticidad y creatividad.

Sobre su incorporación, el Gerente General de Fabric, Máximo Pellegrino, destaca el valor que aporta su filosofía y trayectoria.  “La llegada de Fabián representa una evolución natural en nuestro camino. Su mirada, su técnica y su profundo conocimiento de la cocina japonesa nos desafían a seguir creciendo sin perder nuestra esencia. Con él, damos un paso firme hacia una propuesta superadora en la experiencia del cliente.” – reflexiona. 

¿Quién es Fabián Masuda?

Hijo de padres japoneses, Masuda se formó desde temprano en el respeto por el trabajo artesanal y la cocina como un acto de dedicación. Su carrera profesional comenzó en 2003 en el restaurante Kitayama, bajo la guía de Kouzo y Chie Kitayama. Allí descubrió el universo de la cocina japonesa desde el servicio, pero fue al año siguiente, en el mítico restaurante Irifune, donde se volcó por completo en la elaboración del sushi. Durante cinco años (2004–2009) trabajó junto a Juan Matsuoka y Takeshi Shimada, maestros que lo iniciaron en la técnica pura del corte, la preparación del arroz y el cuidado del producto.

En 2009 dio un nuevo paso al integrarse al equipo de Club M Buenos Aires donde, bajo la tutela de Ken y Damián Shiizu, profundizó en la fusión nikkei. Esa etapa, además, marcó el inicio de una relación clave: la que sostuvo durante más de una década con Roberto Costa, empresario gastronómico y dueño de Pop Art Music. Juntos desarrollaron proyectos que dejaron una marca en la escena porteña y patagónica: Club M Omakase, Bar du Marché, M Palermo, M Salumeria, M Street, M Poke, Tinto Bistró en Villa La Angostura y, más recientemente, Nika Club Omakase.

Una cocina que dialoga entre mundos

Con M Omakase, Masuda se convirtió en pionero del omakase estilo speakeasy en Buenos Aires, ofreciendo experiencias personalizadas, de cercanía, con el sushiman como protagonista. Más tarde innovó con un concepto de “sushi de montaña” en Tinto Bistró (Villa La Angostura), proponiendo el uso de trucha como alternativa sustentable al salmón. También llevó su propuesta a Miami y realizó en Buenos Aires una colaboración especial con Masayuki Komatsu, chef del restaurante Ogawa, distinguido con una estrella Michelin.

Estas experiencias lo posicionaron como una figura destacada en la evolución del sushi local. Medios especializados lo reconocen por sus cortes ultrafinos, su manejo del arroz, su enfoque estético y su compromiso con la sostenibilidad.

El estilo de Masuda es una síntesis precisa de tradición y contexto, que define como una “maestría japonesa dentro de la cultura argentina y latinoamericana”. Con una técnica rigurosa y perfeccionista, su mirada está siempre puesta en el entorno, en lo que es posible crear con los recursos disponibles sin resignar identidad.

Su desembarco en Fabric

Su llegada a Fabric marca un punto de inflexión en su carrera: del universo boutique y reservado del omakase, al gran escenario de una marca de alcance federal como Fabric. «Es un desafío inspirador, pasar de un nicho pequeño a otro amplio, con todo lo que eso implica. Fabric tiene una visión global, un equipo multidisciplinario y una historia que me atrajo desde el primer momento», asegura Masuda.

Desde su nuevo rol, el chef propone un plan ambicioso: capacitar a los equipos, actualizar técnicas, reinterpretar platos y desarrollar nuevas recetas de sushi con una mirada japonesa contemporánea. También planea incorporar ingredientes y sumar piezas con su sello particular. Más allá de los platos, Masuda entiende su tarea como un traspaso de valores: “Quiero transmitir mi enseñanza a todos los sushimen que forman parte del equipo de Fabric. Orden, limpieza, hospitalidad, respeto por el producto y una formación constante son pilares innegociables”, señala.

Entre sus objetivos inmediatos se encuentra la mejora de procesos y calidad en las barras de sushi, haciendo foco en la formación de los sushimen y jefes de equipo. A largo plazo, busca posicionar a Fabric en un nivel superior dentro del mercado argentino y en los distintos nichos gastronómicos en los que el grupo opera.

Una mirada sobre el sushi local

Masuda es optimista sobre el presente del consumidor argentino de sushi y confía en que Fabric, como marca líder del segmento, puede seguir marcando tendencia sin perder la conexión con su clientela fiel. “De salmón, palta y queso crema, pasamos a la crocancia del alga, al pez limón y al hand roll servido directamente de la mano del itamae. Hoy el consumidor busca variedad, se anima a sabores más arriesgados y valora la frescura y el detalle”.

También cree que la capacitación es un aspecto clave de su rol como chef ejecutivo de Fabric. “Conocer el producto, la técnica, la cultura detrás del plato enriquece la experiencia. El sushi no es solo comida. Es una forma de mirar el mundo, de vincularse, de trabajar. Y eso, justamente, es lo que quiero transmitir al equipo de sushimen de la marca.” -finaliza Fabián.